Isadora Hastings Arquitecto

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Descripción

Cooperación Comunitaria trabaja para reducir el riesgo y mejorar las condiciones de habitabilidad de las comunidades rurales en México, al facilitar la autogestión sostenible desde los ámbitos ambiental-territorial, sociocultural y productivo, a través de la difusión de enfoques integrales para promover la autosuficiencia, preservando y recuperando los saberes tradicionales. Promovemos la producción y gestión social del hábitat de manera integral, interdisciplinaria, mediante una mejora en los procesos constructivos y productivos, rescatando el conocimiento tradicional y haciendo uso de técnicas y tecnologías apropiadas.

En septiembre de 2013, los huracanes Manuel e Ingrid devastaron la región de la Montaña de Guerrero, causando deslizamientos de tierra, daños a la infraestructura, destruyendo cultivos y afectando más de 5,000 viviendas de adobe. Ante esa complejidad, Cooperación Comunitaria dio una respuesta que resolviera los distintos aspectos desde lo integral e interdisciplinario. Así dio inicio la Fase I del Proyecto de Reconstrucción Integral del Hábitat en la comunidad de Obispo y en 2015 se replicó en otras tres comunidades de la región. En tres años, los habitantes de cuatro comunidades han construido dos centros comunitarios de adobe reforzado, 48 viviendas de adobe reforzado; 115 estufas ahorradoras de leña; 26 baños ecológicos; 5 mapas comunitarios de riesgo; 443 personas aumentaron habilidades constructivas en adobe reforzado; se entregaron 450 manuales bilingües y se formó a 3 promotores comunitarios para dar asesoría técnica en la construcción.

Trabajamos con la tierra en sus distintas fases y en sus distintas escalas, es decir, desde lo territorial hasta la vivienda. La tierra como medio de producción y construcción. En el caso de la Montaña de Guerrero, la tierra es propensa a deslaves, debido principalmente a su característica arcillosa pero, sobre todo, a la mano del hombre: la deforestación, causada por el cambio de uso de suelo de lo forestal a lo productivo. Las parcelas agrícolas aumentan su rotación debido al uso excesivo de agroquímicos que erosionan la tierra. Por otro lado, las mismas propiedades arcillosas hacen de éste un excelente material para la construcción de viviendas de adobe, una técnica constructiva tradicional de las tres culturas originarias —me’phaa, nu’savi y nahuas— que habitan en los 19 municipios que forman la región conocida como la Montaña.

 

El aporte del ingeniero ha sido reforzar la vivienda de adobe para aumentar su resistencia ante los fuertes sismos y vientos de la región. Mientras que la labor del arquitecto ha sido rescatar el material y revalorarlo ante las mismas poblaciones que lo perciben como un “material de pobres y poco resistente”. También la de formar a maestros albañiles y a promotores comunitarios para la difusión y sustentabilidad de la técnica constructiva en adobe reforzado. El aporte del material fue de las comunidades, de su conocimiento tradicional para la elaboración y construcción, el cual se respetó y se mejoró al hacer una vivienda reforzada, por lo tanto más segura, pero también de mejor calidad, al aumentar la habitabilidad, con mayor inercia térmica, así como con mejor condición acústica y lumínica. El hecho de retomar los materiales y sistemas constructivos locales contribuye a aumentar la resiliencia ante un eventual desastre y genera autosuficiencia, al tener el material a la mano y poder prescindir de dinero para construir. De ahí la importancia de la concientización y formación de la población para la construcción.

 

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